

En pueblo chico nacía un grande
Avanzaba a los tumbos la carroza por el arenal, bajo el sol calcinante del verano, cuando Rosa sintió los primeros alarmantes dolores....


¡No le eche agua...!
El primer silbo del zorzal y un cencerro lejano la pusieron en alerta. Se secó las manos en el delantal y descolgó el balde de estaño de...


El "pibe" ha muerto
Entre humo y fogonazos, el tiroteo se suma al redoble de la murga. Al principio se confunde el repiqueteo de las armas con los cánticos y...


Dos criollos que no aflojan
Gato y Mancha por Martín Rodríguez Flores Plegó las orejas hacia atrás y bufó. Su nariz venteó olores extraños y su nervio se desató. A...


Solo un zapatito en la arena
Era un vestigio apenas bajo el sol; una caracola, quizá, que el mar habría olvidado en su avance nocturno. El joven que caminaba en...


La mujer que Sarmiento siempre recordaría
-Murió la Toribia. El anuncio detuvo en seco al joven que recién llegaba, paralizándolo en el quicio de la puerta. -¿Dónde está mi madre?...


Con el gringo nadie se atreve
La turba avanzaba por la Plaza de Mayo y el clamor de sus voces llenaba el aire, subía en espiral hacia las torretas y cúpulas, para...


La rebelión de Juan Manuel
Juan Manuel de Rosas Caía la noche en la boca del Salado. Por la única ventana, alta como la de los calabozos, la luna asomaba su...


La noche en que Sarmiento pudo morir
El coche traqueteaba por la calle Maipú, hacia la residencia del doctor Dalmacio Vélez Sársfield. Su único pasajero ardía en deseos de...


El enojo de Nicolás Avellaneda
Ya todo está dispuesto y el Presidente se aproxima al estrado desde donde pronunciará su discurso. El público en el salón del Congreso...