

El sueño marplatense de la bella Otero
La bella Otero y el Hotel Bristol (crédito Archivo General de la Nación) -Cuénteme, Benito. ¿Cómo son esos "cotillones"? -Ah, mi querida,...


¡No le eche agua...!
El primer silbo del zorzal y un cencerro lejano la pusieron en alerta. Se secó las manos en el delantal y descolgó el balde de estaño de...


El "pibe" ha muerto
Entre humo y fogonazos, el tiroteo se suma al redoble de la murga. Al principio se confunde el repiqueteo de las armas con los cánticos y...


Dos criollos que no aflojan
Gato y Mancha por Martín Rodríguez Flores Plegó las orejas hacia atrás y bufó. Su nariz venteó olores extraños y su nervio se desató. A...