Navidad en Buenos Aires

Las Navidades de antaño se celebraban siempre en el seno de los hogares.
Salvo la Misa de Gallo que se oficiaba a la medianoche, los porteños reservaban a estas fiestas la privacidad de sus casas coloniales. Una tradición muy venerada era la de recibir al Divino Huésped en ellas.
Las monjas del convento de Santa Catalina (hoy Viamonte y San Martín) poseían una imagen del Niño Jesús que era llevada, entre Navidad y Reyes, de casa en casa por las familias más destacadas. Claro que ese privilegio debía solicitarse con antelación, y se invitaba a parientes y amigos para que le rindiesen culto ese día.
¿Recuerdan cuando en “La maestra de la laguna” Dolores Balcarce acudió a la iglesia para pedir al Niño? En ella pensé a la hora de escribirles esta añeja tradición.
Otro día les contaré más.
Cariños