Nacida de un sueño

Cuando don Patricio Peralta Ramos imaginó la traza de un pueblo asomado al Atlántico, debió de haber soñado también el saladero, las cien manzanas, la iglesia y hasta el mágico nombre de Mar del Plata.
Quizá al gobernador Mariano Acosta aquel sueño le resultó extravagante, pero como don Patricio era un porteño próspero, aceptó su petición y el 10 de febrero de 1874, nacía Mar del Plata.
Más tarde Pedro Luro, soñando también, explotó el saladero, edificó un hotel y varias tiendas. Pero fue su hijo José quien, de tanto frecuentar los balnearios elegantes de Europa, concibió el sueño más grande: el hotel Bristol.
A partir de entonces, todos se pusieron a soñar y Mar del Plata se engalanó con la estación de tren, la arboleda, las ramblas, las damas de capelina, los políticos merendando en las terrazas, el Ocean Club, el torreón, las confiterías, los jardines de la loma, el casino y los cotillones de carnaval.
Todo sueño fue posible frente al mar, cuando el viento traía el aroma de los cardos desde la serranía. Mar del Plata, ciudad soñada por aquellos que la imaginaron y luego por todos los que anhelamos ser parte de ella. Que nunca se nos olvide soñarte.
¡FELIZ ANIVERSARIO! Cariños.